La vocación cultural de Xalapa

Por Álvaro Belin Andrade


A principios de su deplorable gobierno, el alcalde David Velasco Chedraui tuvo la extravagante idea de convertir a Xalapa en un punto dentro de los circuitos de turismo religioso del país, poniendo como estandarte al en ese entonces recién santificado Rafael Guízar y Valencia.

La parafernalia puesta en juego a manera de tentarle el agua a los camotes provocó reacciones inmediatas de quienes vieron en ello no sólo una tontería sino la manera más frívola de trastocar el carácter laico del Estado y el gran aporte de los liberales veracruzanos.

El tema que más erizó los pelos aún de los más calvos oponentes fue la intención de sembrar una enorme escultura del santo en el centro de la Plaza Lerdo, nombrada así por el liberal xalapeño Sebastián Lerdo de Tejada, Presidente de la República de 1872 a 1876.

Lerdo apoyó y fortaleció la aplicación de las leyes de reforma, expedidas por el presidente Benito Juárez en Veracruz, que limitaban el fuero del que gozaba el clero, nacionalizaban los bienes eclesiásticos e instauraban el registro civil. Una ley con su nombre obligaba a las corporaciones civiles y eclesiásticas a vender casas y terrenos.

Hoy olvidada en las jardineras del distribuidor vial de las inmediaciones de la plaza comercial Américas, la estatua de Rafael Guízar y Valencia hubiera sido una bofetada al histórico pensamiento liberal de los veracruzanos y, particularmente, de los xalapeños.

Por fortuna, la iniciativa no prosperó, pero tampoco ha prosperado la idea de convertir a la capital de Veracruz en un centro de atracción para la enseñanza, creación y disfrute de las manifestaciones artísticas.

Ninguna instancia pública ha emprendido acciones de coordinación para aprovechar la real vocación de nuestra ciudad, una vocación de décadas. Gracias a administraciones estatales y universitarias lejanas en el tiempo, la capital veracruzana es reconocida en el país y el extranjero como un verdadero centro cultural, pero poco se colabora para hacer realidad esa imagen.

Desde la actividad musical y editorial, la mayoría impulsada por la UV, hasta la proliferación de grupos independientes que están haciendo propuestas interesantes en las artes escénicas, pasando por la formación profesional de ejecutantes y artistas plásticos, Xalapa tiene todo para convertirse en un centro de atracción nacional e internacional en el área cultural y, de paso, convertirse en un destino turístico especializado.

A diferencia de otras ciudades que han logrado ese carácter, como Guanajuato con su Festival Internacional Cervantino, Xalapa puede no depender exclusivamente de espectáculos foráneos para contar con una oferta amplia y diversificada para miles de visitantes.



¿Centro internacional del jazz?


En Xalapa han germinado diversas manifestaciones musicales. Aquí pervive la orquesta sinfónica más antigua del país, administrada por la Universidad Veracruzana, que recién ha cumplido 81 años de vida no sin algunos contratiempos.

Músicos de la talla de Pablo Casals (hay una calle con su nombre en la colonia Federal) y de Mstislav Rostropóvich pusieron bandera a la ciudad en el mapa mundial. En 1959, ambos participaron en el primer Festival de Música Pablo Casals y en el segundo Concurso Internacional de Violonchelo, que se celebraron en Xalapa.

Desde los años setenta, la afición por el jazz ha convertido a la ciudad en punto de referencia no sólo nacional sino también internacional.

Los grupos de ejecutantes han proliferado y se han celebrado importantes encuentros en que no sólo se disfrutan audiciones de extraordinaria calidad sino también se ofrecen talleres, clases magistrales y cursos que son aprovechados por músicos de todo el país. Espectáculo y formación académica se conjuntan en una ciudad que, colateralmente, puede vender otros atractivos.

Hoy, por desgracia, uno de ellos, el JazzFest, ha preferido ir a la búsqueda de nuevos patrocinios en universidades, gobiernos y empresas de otros estados del país, Puebla en particular, pero fue un importante dinamizador de este género musical, pese a filias y fobias que nunca faltan en ningún terreno de la vida.

Pero ha crecido, en contraparte, una propuesta liderada por el pianista Édgar Dorantes, que no sólo ha logrado colocar su marca, JazzUV, en un festival que en noviembre próximo tendrá su tercera edición, y en la que se conjunta la participación de leyendas internacionales del jazz con una línea educativa, que permite la retroalimentación y el aprendizaje de todos los participantes. No está demás observar que el 80 por ciento de las actividades será gratuito.





En noviembre, el Festival JazzUV


Con una fuerte vocación educativa, el tercer Festival JazzUV busca fomentar y desarrollar escenarios con músicos, especialistas, escritores y artistas de varias disciplinas a nivel internacional, para convertirse en una plataforma de promoción dentro del movimiento jazzístico nacional.

El cubano Francisco Mela, uno de los músicos favoritos de la élite de Jazz radicados en Nueva York –como Joe Lovano (UsFive), John Scofield (John Scofield Trío), Joan Brackeen, Kenny Barron Trío–, es nada menos que el director artístico de esta tercera versión, que se celebrará del 8 al 14 de noviembre.

Y mire usted quiénes vendrán a Xalapa para este importante encuentro: McCoy Tyner, quien formó parte del cuarteto de John Coltrane; Jack DeJohnette, Mulgrew Miller, Lewis Nash y Ray Drummond, a quienes se unirán músicos y agrupaciones nacionales de jazz.

Como parte del programa se incluyen exposiciones de artes visuales, ciclos de teatro, danza y cine, incluyendo eventos para niños, además de los habituales conciertos en teatros y al aire libre, mesas redondas, clases maestras y jam sessions en un circuito de aproximadamente 15 foros culturales que convocarán a más de 12 mil personas.





Casi mil 500 planteles afectados por Karl


La SEV ha recaudado 12 millones 785 mil pesos para apoyar a profesores, empleados y administradores del sistema educativo veracruzano que fueron afectados en sus viviendas y en sus demás pertenencias como efecto del paso del huracán Karl y la tormenta tropical Mathew.

En este trabajo exitoso, que está siendo organizado para su exacta aplicación por un comité ciudadano, ha sido fundamental la solidaridad de los trabajadores de la educación. Según el último reporte oficial, por vía de descuentos voluntarios vía nómina, unos 25 mil trabajadores de la SEV aportaron más de 6.4 millones de pesos.

La propia dependencia ha proporcionado al comité de transparencia el censo con el número de trabajadores al servicio de la educación que resultaron afectados, a quienes se apoyará tomando en cuenta tres criterios: el ingreso del trabajador afectado, la gravedad de los daños y su ubicación geográfica, luego de realizar un proceso de validación de los daños reportados hasta el momento.

Otros afectados han sido los planteles educativos. Las cifras sobre daños sufridos por los planteles educativos del estado son inquietantes.

En el caso de educación media superior y superior resultaron afectados 48 planteles. Los más en número han sido telebachilleratos (19 planteles), seguidos de ocho colegios de bachilleres (Cobaev), cinco planteles de Conalep (tan solo el ubicado en el Puerto de Veracruz resintió la pérdida de 150 equipos de cómputo); cuatro centros de bachillerato tecnológico, industrial y de servicios (CBTIS), tres bachilleratos generales, tres centros de estudios científicos y tecnológicos (Cecytev), dos Icatver, dos planteles Cecatis y dos centros de bachillerato tecnológico agropecuario. Los trabajadores afectados suman 139 docentes, administrativos y personal de apoyo.

En el nivel de educación básica, los espacios educativos afectados pasaron de 975 a mil 276, en un número de municipios que pasó de 93 a 110. De esta cauda de planteles dañados, 446 son de educación preescolar, 469 primarias, 350 secundarias y 11 escuelas de educación especial. Derivado de ello, la cifra de alumnos afectados pasó de 92 mil 49 a 112 mil 521: en jardines de niños, 17 mil 152 alumnos; 51 mil 148 de primaria, 38 mil 398 de secundaria y 574 de educación especial. Los trabajadores afectados suman 5 mil 807.

La tarea por realizar se percibe titánica, para rehabilitar espacios y, luego, recuperar los días de clases perdidos.