¿Habilidades digitales para todos?

Por Álvaro Belin Andrade




Tras el oneroso fracaso de Enciclomedia, el programa insignia de modernización educativa impuesto en el sexenio de Vicente Fox, el gobierno de Felipe Calderón ha apostado por un esquema creado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (One Laptop Per Children, OLPC) que, al menos en el presente ciclo, buscará equipar a más de 30 mil escuelas secundarias públicas con una laptop para cada estudiante y para cada maestro.

Con presupuesto inicial de 4 mil 500 millones de pesos, el tema parece sobresaliente. En el guión, permitirá encauzar a decenas de miles de jóvenes en el uso de las tecnologías de información, con apoyo de internet, lo que les abrirá camino hacia la sociedad del conocimiento, del que difícilmente podrán salir según continúen su formación en los niveles de educación media superior y superior.

Aunque ya lleva camino recorrido, este programa denominado Habilidades Digitales para Todos (HDT) tendrá para el presente ciclo escolar sus primeras compras masivas, si bien ya han sido equipadas las poblaciones estudiantil y docente de 9 mil secundarias.

Según las ambiciosas metas del gobierno federal, al final de la administración de Felipe Calderón todos los alumnos y profesores de las 155 mil escuelas secundarias públicas del país gozarán de laptops (cuyo costo por unidad es de unos 100 dólares), aunque habrá que esperar a que tengan acceso a una señal que les permita navegar por la red.

Respaldado por la ONU, este esquema ya ha sido puesto en operación en países como Brasil, China, Perú y Uruguay, y en el caso de México está ligado a un proyecto federal de salud, educación y gobierno que coordina la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que ha autorizado a la SEP el uso de una de sus frecuencias para la transmisión de datos.

Fernando González, responsable como subsecretario de Educación Básica de la SEP del programa HDT, ha dicho ya que la licitación habrá de federalizarse, por lo que los gobiernos estatales serán los que decidan qué empresas proveerán tanto el equipamiento como el servicio de conectividad a internet, evitando con ello cuestionamientos relacionados con beneficiar a unas u otras empresas proveedoras.

En el discurso y en el nombre mismo del programa, los beneficios serán para todos, y es posible que ello suceda al final de la administración calderonista, si no hay en el camino algún tropiezo presupuestal.

El problema, sin embargo, se presentará con los plazos que marcan los manejos políticos, presentes en toda asignación de recursos federales.

Según la electoral manera de gobernar, los recursos públicos se prodigan entre los aliados y se escatiman a los desgraciados, y ya sabemos que en estos tiempos uno de los patitos feos es Veracruz.

El castigo político del gobierno federal a la administración de Fidel Herrera ha tenido múltiples episodios. Además de la morosidad (o negativa) en la entrega de recursos del Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden) para remediar afectaciones en territorio veracruzano, otro sector menoscabado ha sido el de la educación, como ya hemos comentado en este espacio.

Un año sin financiamiento en programas de modernización tecnológica representa un grave atraso en la implantación de programas, sobre todo cuando se pretende beneficiar a escuelas enclavadas en regiones serranas y dispersas en miles de pequeñas comunidades. Y eso ha ocurrido en el electoral año 2010.

De ahí la airada protesta tanto del gobernador Fidel Herrera como del secretario de Educación en Veracruz, Víctor Arredondo, porque justamente para el programa HDT a los prohombres de la SEP se les olvidó Veracruz y no mandaron un quinto para dar continuidad a programas que ya se habían puesto en marcha en 2009.

En efecto, mientras que en 2009 se destinaron a Veracruz recursos etiquetados a HDT por un monto de 120 millones de pesos, este año se le asignaron cero bolitas. Así nomás… ¡pum!, ¡cuas!, ¡caput!

De manera que hasta que entre en funciones el próximo gobierno estatal se retomarán iniciativas como la de la Red Estatal del Conocimiento, que habría permitido –sin el concurso de empresas privadas– la prestación del servicio de internet a miles de escuelas (y centros de salud y gobiernos locales), sólo a la espera de las famosas laptops para conectarse individualmente, en el caso de las secundarias, o para la instalación de aulas digitales en escuelas primarias o de bachillerato.

Este trato inequitativo para Veracruz por parte de la SEP era explicable, que no justificable, en el periodo previo al proceso electoral local del 4 de julio, donde Felipe Calderón tenía sentadas esperanzas de obtener la gubernatura para su partido en la persona de su amigo Miguel Ángel Yunes Linares, pero a estas alturas merece los más airados epítetos.

Por eso, Arredondo ha pedido la presencia del docto secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, para que precise las razones de esta explicable omisión presupuestal. El problema es que…





Lujambio nunca sale de su cueva


Arredondo ha invitado a Alonso Lujambio a visitar Veracruz para poner sobre la mesa las razones que han hecho que la SEP desestime tanto el trabajo que el sector educativo estatal ha realizado en los últimos años.

Pero el titular de la SEP difícilmente abandona la comodidad de sus oficinas en el Distrito Federal, a no ser para hacer política. Debemos recordar que, cuando tomó posesión de esa secretaría en sustitución de la ahora diputada Josefina Vázquez Mota, desconcertó a tirios y troyanos cuando dijo a los cuatro vientos que llegaba al puesto a hacer política.

Y así ha sucedido. La única ocasión en que se le vio por Veracruz fue el domingo 27 de junio de este año, cuando en Boca del Río hizo sonrojar a los más albureros reporteros jarochos con su fino vocabulario. En efecto, Alonso Lujambio vino a Veracruz pero a apoyar la campaña electoral del candidato panista Miguel Ángel Yunes Linares a la gubernatura del estado.

Y ahí, con la finura aprendida en las mejores universidades del mundo, espetó ante grabadoras y micrófonos:

“Últimamente han dicho y los hemos escuchado decir que están en plenitud del pinche poder. ¿Cuál plenitud? ¿Cuál pinche poder? Si la seguridad de los veracruzanos está en duda, si la extorsión está presente. En realidad lo que nos están diciendo es que no han sido capaces de solucionar el principal problema de la vida del Estado, más allá del pinche poder, que es la seguridad”.

Golpeaba con ello a Fidel Herrera, quien había sido captado en una llamada telefónica diciendo que estaba “en plenitud del pinche poder”.

Ese mismo día, fuera de su costumbre, también se dio oportunidad para acudir a Sinaloa a apoyar al ex priista Mario López Valdez, candidato del PAN y el PRD a la gubernatura sinaloense, en un periplo que, ténganlo por seguro, no realizó por aerolíneas comerciales y tampoco pagó con recursos salidos de sus bolsillos.

Tampoco acudió al II Encuentro Internacional de Rectores organizado por Universia (el portal en internet financiado por el Banco Santander), realizado a finales de mayo en la ciudad de Guadalajara, donde se le extrañó, pese a que quien sí estuvo presente fue el ministro español de Educación, Ángel Gabilondo, además de representantes de mil 99 universidades iberoamericanas y 44 rectores de otros países, y en que se acordó “La Agenda de Guadalajara”, un documento que sienta las bases para desarrollar el Espacio Iberoamericano del Conocimiento.

Así que Arredondo deberá ir a las oficinas de la SEP a plantear una disminución ominosa al presupuesto educativo veracruzano de 2010, que se calcula en 950 millones de pesos, casi 70 por ciento de los cuales se refieren a recursos no considerados dentro del Fondo de Aportaciones a la Educación Básica (FAEB), pese a que en Veracruz funciona el 19 por ciento del total de planteles del país y sólo se le destina el 5 por ciento de los recursos etiquetados para infraestructura escolar.

Es una desgracia que, en la oficina en que despacharon personajes como Justo Sierra, quien fundó la UNAM en su gestión; José Vasconcelos, quien fue rector de la UNAM y fortaleció las acciones para llevar la educación y las bibliotecas a los más recónditos rincones de México; Jaime Torres Bodet, quien creó la Escuela Normal Superior y promovió la creación de los museos de Arte Moderno y Nacional de Antropología e Historia, y Jesús Reyes Heroles, ahora esté un junior que diga abiertamente que llegó a la SEP a hacer política.

La revista “Líderes Mexicanos” describe lo que ha sido la SEP en términos políticos: “Durante su historia, han pasado personajes célebres por ella. Una vez en su historia un ex Presidente fue su titular (Plutarco Elías Calles, 1929), varias veces un ex titular de la SEP ha intentado llegar a la Presidencia de la República, siendo el caso más sonado el de José Vasconcelos y sólo uno (Ernesto Zedillo) ha llegado a encabezar el Ejecutivo Federal”.

¿Alonso Lujambio pretenderá ser el segundo ex secretario de Educación en buscar y, ocasionalmente, ganar la Presidencia de México? Dios nos libre…