Digitalizar Veracruz, propósito de todos

Por Álvaro Belin Andrade





El tema de las tecnologías de información y comunicación como el elemento sine qua non de cualquier estrategia orientada a expandir la onda educativa en Veracruz ya puede detectarse, en diferentes tonos y volúmenes, en los discursos y planes de acción de los tres candidatos a la gubernatura, y eso que todavía hay voces que se empeñan en quitarle fortaleza a esa vía.

Desde una velada mención a la instalación de aulas digitales hasta la instauración plena de la educación a distancia en línea, los candidatos han establecido una ruta de continuidad (aunque algunos crean que serán los precursores) de la cada vez más efectiva utilización de internet en tareas educativas, desde el reforzamiento escolar y la actualización de los docentes en el nivel básico hasta la formación profesional y el posgrado, pasando por la implantación de programas de capacitación a la medida de las necesidades de los sectores público, privado y social.

Veracruz enfrentará muchos obstáculos para lograrlo.

Uno de ellos es la gran dispersión y la enorme cantidad de comunidades rurales a lo largo de cerca de 800 kilómetros que separan sus límites norte y sur.

Debido a su situación geográfica y orográfica, Veracruz es el estado menos conectado del país en materia de telecomunicaciones.

¿Qué se ha hecho para aminorar los efectos negativos de esta atomización exacerbada de la población en los planes por utilizar las tecnologías de información y comunicación?

De entrada, ni pensar en que serán las compañías privadas las que atenderán el problema. No les interesa. ¿Qué ejecutivo en su sano juicio podría planear la instalación de la infraestructura necesaria para conectar a pequeñas comunidades cuyas poblaciones escasas sólo atienden a su supervivencia?

Tal empresa obligadamente debe ser retomada por el sector público y no precisamente por el federal. De ahí que sea interesante que los candidatos lo tengan en mente, si bien no hay certidumbre de que si ganan se avocarán a cumplir con ese proyecto.

El actual gobierno estatal sí que lo ha proyectado y hay una directriz para atenderlo con inteligencia: el proyecto de Red Estatal de Conocimiento (REC), que consiste en crear una red de telecomunicaciones de alta velocidad para conectar bibliotecas, universidades, escuelas, centros de investigación, centros de salud y gobiernos, para compartir y distribuir conocimiento por medio de internet.

El estimado completo de la REC es proporcionar conectividad (voz, datos y video) a todas las escuelas oficiales del estado (21,032 centros de trabajo de educación básica y media superior); facilitar los procesos de comunicación, gestión y administración escolar desde los planteles, con diversas instancias y autoridades educativas; dotar de telefonía e internet para mejorar gestión, facilitar comunicación y apoyar programas de prevención.

Además, establecer esquemas más amplios de capacitación y actualización al personal docente y de formación técnica de docentes, administrativos y apoyos técnico-pedagógicos, y favorecer el desarrollo y distribución de contenidos educativos en diversos medios y formatos, adecuados a los requerimientos propios de cada plantel.

El proyecto REC no contempla el tendido de miles de kilómetros de cable o de fibra óptica, lo que sería impensable con los niveles de financiamiento público tanto del estado como del país. El proyecto contempla la creación de nubes de internet con tecnología WiMax, de última generación, que permitan, mediante dispositivos llamados suscriptores, bajar todos los servicios electrónicos a cualquier parte del estado.

Tiene, en efecto, sus límites espacio-temporales. Los dispositivos se instalarán en las antenas de C-4, operadas por la secretaría estatal de Seguridad Pública; con esa dependencia han establecido una alianza tanto la Secretaría de Educación como la Universidad Veracruzana.

¿Cómo funcionan estos dispositivos? En cada torre se pone una radio-base de WiMax que proyecta una cobertura (nube) de entre 20 y 30 kilómetros a la redonda. Con la operación de radio-bases en las antenas de C-4 que están instaladas es posible brindar servicio de internet a más de 11 mil escuelas, 70 por ciento de las cuales son rurales.

Las restantes 12 mil escuelas serían atendidas en una segunda etapa, cuya puesta en ejecución podría ir a velocidad muy reducida: en efecto, se requeriría no sólo la instalación del dispositivo sino también la construcción de la torre, cuyos costos elevarían inconmensurablemente el techo financiero del proyecto.

Según esta iniciativa, cada escuela contaría con conectividad WiMAX y Wi-Fi, una computadora, un multifuncional y un teléfono IP (Internet Protocol). La capacidad de conectividad permitiría un ancho de banda de 2 Mbps, lo que haría factible conectar hasta 50 computadoras y ocho líneas telefónicas.





De primera, nuestra velocidad de descarga


Ya hemos dicho que la velocidad de descarga en México es de primera… sí, mientras otros países ya pueden subirla hasta quinta.

Recientemente, la prensa se ha referido a un estudio realizado por la empresa OOkla en todo el mundo, en que es posible comparar los niveles de servicio tan diferenciados entre naciones y continentes e, incluso, entre ciudades del mismo país.

México ocupa el lugar 90 en el ranking mundial. Nuestra conexión promedio es de 2.25 Mbps, lo que nos hace ver rezagados incluso frente a países que uno imaginaría más a la cola en los niveles de desarrollo como Jamaica y Ghana.

Hay que considerar al número uno de la lista, Corea del Sur, cuya velocidad media de conexión es de 34.3 Mbps y de nuestro vecino del norte, Estados Unidos, también rezagado en el puesto 26, pero que cuenta con 10.15 Mbps, para dimensionar el sitio en que estamos.

Decir 2.25 Mbps puede decir mucho o nada si no tomamos en cuenta que el promedio mundial de velocidad de descarga de la ADSL (Línea de Suscriptor Digital Asimétrica, por sus siglas en inglés) es de 7.70 Mbps. Y ya sabemos cómo se la gastan coreanos, letones (24.41), moldavos (21.63), japoneses (20.43), suecos (19.95), rumanos (18.60), búlgaros (17.63) y holandeses (17.09), que ocupan los ocho primeros lugares en el ranking mundial.

Mal de muchos, consuelo de tontos. Podemos vernos, en efecto, en el espejo de países con circunstancias realmente difíciles en todos los índices de desarrollo para no sentirnos mal.

Según el estudio de Ookla, los últimos sitios los ocupan Haití (145), con una conexión promedio de descarga de 0.61 Mbps; El Salvador (146), con 0.56 Mbps; Afganistán (147), con 0.53 Mbps; Mali (148), con 0.50 Mbps; Guatemala (149), con 0.47 Mbps; Zimbabwe (150), con 0.46 Mbps; Yemen (151), con 0.44 Mbps, y Zambia (152), con una velocidad de descarga de 0.26 Mbps.

¿Cómo estamos en el ámbito nacional?

Los mejores lugares para descargar de internet fueron Huixquilucan, en el estado de México, con 4.49 Mbps; Zamora, Michoacán, con 3.99 Mbps; Ajijic, Jalisco, con 3.79 Mbps; León, Guanajuato, con 3.39 Mbps, y, ¡oh, hermosa sorpresa!, Xalapa, con 3.07 Mbps.

¿Quiere saber cuáles son las poblaciones con peor conexión?

No lo va a creer: Monterrey, Nuevo León (lugar 25), con una velocidad de descarga de 2.21 Mbps; Cuautitlán, Estado de México (26), con 2.20 Mbps; Ciudad de México (28), con 2.19 Mbps; Pachuca, Hidalgo (29), con 2.16 Mbps, e Iguala, Guerrero (30), con 2.16 Mbps.

Pero si nos parece deficiente la velocidad de conexión de estas zonas urbanas, es fácil imaginar los niveles deplorables que pueden obtenerse en las zonas rurales en que no es posible la conexión ADSL y que se deben utilizar antenas satelitales para contar con internet, con los consabidos altibajos y súbitos cortes.

De ahí que no sea sorprendente que México esté en la retaguardia de los demás países de la OCDE, con una tasa de 9.5 suscriptores de Internet por cada 100 habitantes, cuando España, Japón, Estados Unidos o Francia tienen tasas superiores a 20 suscriptores por cada 100, según datos proporcionados por el secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Juan Molinar Horcasitas, para quien otra de las razones de este rezago son los altos costos en el uso de Internet, junto con la falta de infraestructura en regiones apartadas de país.

De ahí que la propuesta veracruzana en el marco de la Red Nacional del Conocimiento sea innovadora y pertinente, porque los próximos años Veracruz vivirá uno de los movimientos más avanzados en cuanto a la utilización de las tecnologías de información y comunicación en los procesos educativos.