SETSUV, los escenarios posibles

Por Álvaro Belin Andrade


Que la antaño sempiterna dirigente del SETSUV, Eloína Vargas Merino, fallecida a finales de noviembre pasado, no se halle frente de las negociaciones con la Universidad Veracruzana, puede tener como consecuencia o que el acuerdo llegue pronto, y las autoridades universitarias puedan disfrutar de las fiestas de La Candelaria en Tlacotalpan, o que la huelga estalle irremediablemente.

Ya se ha visto en estos días que la ausencia de Eloína ha dado como resultado movilizaciones bofas, muy civilizadas, unas cuantas banderas ondeando al sol y muy pequeños contingentes.

La de este primero de febrero fue apenas un mitin en Plaza Lerdo, protagonizado por unos cuantos sindicalizados que fueron bajando de vehículos de la organización, y apenas interrumpieron el tráfico en uno de los carriles de Enríquez.

Los propios trabajadores extrañan la virulencia y combatividad de quien durante más de 30 años, y hasta su muerte, encabezó este sindicato al que todos los rectores del periodo recuerdan con malestar. Ésta será la primera vez en que ella no participe en la negociación contractual y seguramente tendrá sus asegunes, dependiendo del sitio desde el cual se le observe.

El SETSUV no tiene secretario general. No será sino hasta después de este movimiento cuando los integrantes convoquen a elecciones para decidir quién será el tercer dirigente del sindicato en su historia.

Y eso puede representar dificultades importantes. Veamos por qué.

De los resultados de las negociaciones, los miles de trabajadores manuales y administrativos afiliados al sindicato, podrán calibrar (en caso de que no haya acuerdo para una planilla única) quién recogerá el testigo en esta singular carrera de relevos.

¿Será un personaje de mala cara y duro de pelar, en el que los sindicalizados vean la reencarnación de doña Elo, o un personaje de saco y corbata que prefiera dejar la simulación a un lado y concluir las cosas como, de todas maneras, quedan?

Y es que todos los que apuestan por hacerse de este importante puesto se han mantenido en la nebulosidad que les ofrece la democrática discusión interna para evitar ser objeto de linchamiento político.

Como hemos comentado en anterior entrega, el más visible de los posibles candidatos a ocupar la secretaría general es el secretario de Trabajo y Conflictos, Pedro Reducindo Villalba, muy cercano a doña Eloína, pero los trabajadores también le ven espolones a Eleno Villarroel, secretario de Organización.

Sin embargo, a estos dos cercanos colaboradores de la ex lideresa, en breve se sumarán otros para quienes el estilo dictatorial que ha tendido sobre la base trabajadora una nube de inseguridad laboral, y que los nombrados continuarían, debe terminar, dando un golpe de timón para elegir a otros líderes que se han fraguado en lucha regional, fuera de Xalapa.

Y esto complicará la negociación de la noche del primero al 2 de febrero, cuando estas líneas fueron escritas y, cuando aparezcan publicadas, sabremos si hubo huelga o no.

El movimiento, por tanto, no solo tiene un sentido laboral, para beneficio de los trabajadores sindicalizados, sino también un sentido político, pues podría aclarar el panorama y establecer hacia quién se inclinará la balanza cuando deba elegirse un nuevo dirigente.







¿Qué ofrece la Universidad Veracruzana?


Aunque en horas de la madrugada, los estira y afloja redimensionan las propuestas de una y otra partes, el rector Raúl Arias Lovillo ha mantenido su política de poner sobre la mesa la propuesta de lo que la UV puede dar a sus trabajadores, con mucha antelación a la fecha de emplazamiento a huelga.

Lo cierto es que está muy lejos de lo que el SETSUV exige, si bien ha sido la tónica de siempre: ahora, el sindicato exige 20 por ciento de incremento directo al salario, mientras que la UV sólo está posibilitada para ofrecer el 3.9 por ciento, guarismo que la institución no establece, sino que es el parámetro autorizado por las autoridades educativas federales.

Los dirigentes del SETSUV hacen cuentas y no les salen. Suman lo que ofrece la institución entre aumento en salario y en prestación de despensa, y resulta que en términos de pesos y monedas sólo alcanzarían casi siete pesos diarios más, por supuesto en el caso del salario más bajo, porque en la escala mayor esto es un poco más.

La propuesta económica de la UV, entregada hace días al Consejo General de Huelga del SETSUV, incluye el incremento de 3.9 por ciento a los salarios tabulados por cuota diaria vigentes, a partir del primero de febrero de este año, con efectos retroactivos al primero de enero de 2011, sin prestaciones.

Además, el pago de cinco y 20 días de salario tabulado que se encuentran pactados en las cláusulas 68.36 y 68.37 del contrato colectivo de trabajo, que se cubrirán en los términos pactados, en la primera quincena de febrero; un 10 por ciento de incremento a despensa (que representará 660 pesos mensuales) y un pago único de mil 210 pesos.

En el documento de Rectoría, se ha colado una propuesta que siempre había sido rechazada por Eloína Vargas, y que sería un triunfo de la institución en el camino de poner orden en el caos que representa la asignación de plazas, muy benéfica políticamente para los dirigentes, pues ha permitido controlar a la base trabajadora mediante la incertidumbre y el miedo.

Para ello, una vez concluida la negociación contractual, se integraría una comisión bipartita UV-SETSUV para llevar a cabo los trabajos que permitan reubicar y/o transformar personal y plazas sin carga de trabajo y, acto seguido, proceder a crear las plazas que se justifiquen.

Esperemos que las cosas concluyan sin que se ponga en riesgo las actividades sustantivas de la casa de estudios. (Síganos en Twitter: @HoraLibre y visite nuestro blog: http://horalibreconcriterio.blogspot.com/)